Trucos para enseñar a los niños a lavarse los dientes

Trucos para enseñar a los niños a lavarse los dientes

El objetivo principal de la higiene bucal en los niños más pequeños es evitar las caries a edades tempranas. Unos dientes de leche sanos y sin caries son un seguro para los dientes definitivos. Para lograr que los niños tengan caries a estas edades, los padres deben ir incorporando hábitos de higiene dental adecuados, así como una alimentación sana y equilibrada.

La dificultad más habitual que los padres expresan al odontólogo cuando llevan a sus hijos a las revisiones de salud bucodental infantil es que los niños no quieren lavarse los dientes a diario.

Pero, como todo hábito, existen estrategias que los padres pueden utilizar para lograrlo. Los primeros dientes aparecen alrededor de los ocho meses con los incisivos inferiores. Por tanto, es en este momento cuando se debe comenzar a practicar el cepillado dental. Siempre se hará de manera progresiva y sin que sea desagradable para el niño.

Cómo lograr que nuestros hijos se laven los dientes tres veces al día.

Los hábitos se adquieren de forma progresiva y no de un día para otro: la paciencia y el ejemplo serán nuestros mejores aliados.

  1. Lavarse los dientes con los hijos: los niños pequeños tienden a imitar a los adultos. De esta forma será algo natural para ellos y no supondrá ningún esfuerzo extra. Lávate los dientes tras cada comida y por la noche antes de dormir junto con tu hijo.
  2. Facilítale un cepillo adecuado a su edad y atractivo en su diseño. Pero, sobre todo, que lo elija él.
  3. Hazlo divertido: los pequeños se aburren con facilidad, por lo que, si un hábito se convierte en un castigo o es muy aburrido, es más difícil que lo adquieran. Cantar canciones o contar un cuento sobre los dientes hará que se diviertan mientras se los cepillan.
  4. Cuando el niño ya es más mayor es muy interesante utilizar reveladores de placa: son productos que colorean la placa bacteriana, el niño se sorprende del llamativo color que toman sus dientes. Normalmente se cepillan con entusiasmo para eliminarlo. Es todo un reto para ellos y les hace tomar conciencia de que la placa bacteriana es algo real, aunque normalmente no la vean.
  5. Regalarles un cronómetro o un bonito reloj de arena: con ellos el niño medirá el tiempo que debe estar cepillándose los dientes. Hay cepillos que llevan una luz en el extremo que está encendida durante el tiempo recomendado de cepillado.
  6. Siempre felicitar al niño por lavarse los dientes y evitar castigarle si no lo hace. Castigar no es una adecuada manera de crear hábitos.
  7. Realizar revisiones periódicas al dentista y el higienista. Refuerza la importancia del hábito del cepillado y les hace ver que no es solo cosa de los padres.

Crear hábito puede ser divertido si lo compartimos con ellos y somos buen ejemplo.

 

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