El Hilo Dental, un gran aliado para tu salud oral

El hilo dental

Una buena higiene dental no sólo se basa en el cepillado. Aunque es importante cepillarse los dientes después de cada comida, el cepillo no consigue llegar a los rincones más difíciles de la cavidad oral. Para conseguir una higiene más efectiva, una de las técnicas más recomendadas es el uso de hilo dental.

Muchos pacientes basan su rutina de limpieza en el cepillado. Pero con el tiempo los restos de comida y bacterias se acumulan entre los dientes y las encías. Si no se limpia con profundidad, estos restos pueden incrustarse y sólo pueden ser eliminados por un profesional. El hilo dental ayuda a evitar la acumulación de biofilm oral en uno de los rincones más difíciles de la boca: los espacios interdentales.

Pero, ¿A qué zonas puede llegar el hilo dental? Hablamos de los espacios entre los dientes y también entre dientes y encías. Aunque su uso conlleva una técnica y dedicación de tiempo, el hilo dental ayuda a prevenir el desarrollo de varias patologías orales.

No obstante, conviene hacer un buen uso del hilo dental. De lo contrario puede provocar otras consecuencias a nivel bucodental, como el sangrado o la inflamación de las encías. También es recomendable usarlo después del cepillado.

¿Cómo usar el hilo dental?

Si al pasar el hilo dental notas un dolor agudo, es señal de que la técnica falla o que algo no va bien en tu salud oral. Tampoco debería ser habitual el sangrado en las encías. Para evitarlo, conviene seguir una técnica concreta:

  • Enroscar cada extremo del hilo alrededor del dedo de cada mano.
  • Doblar el hilo alrededor del borde lateral de los dientes. Se deben cubrir los espacios entre encías y piezas dentales.
  • Pasar el hilo con suavidad. Un truco es hacer forma de C.
  • Repetir el proceso en otros dientes, usando partes nuevas del hilo dental.

Si el dolor o el sangrado persisten al pasar el hilo, lo mejor es acudir al odontólogo de confianza cuanto antes. Con el uso del hilo dental una vez al día es posible conseguir una limpieza oral más profunda, algo fundamental para mantener la sonrisa sana y radiante.


Fuente: Propdental

Causas de la Halitosis

Halitosis

La Halitosis, también conocida como mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema que afecta una de cada dos personas.

Se considera un problema de carácter social relacionado con una higiene bucal deficiente o con enfermedades de la cavidad oral, aunque en ocasiones puede ser una manifestación de alguna otra patología.

En función de su origen, existen dos tipos de Halitosis: la Halitosis oral y la Halitosis extraoral.

La Halitosis oral proviene de la propia cavidad oral y se debe principalmente (en un 41%) a la acumulación de biofilm oral (placa bacteriana) en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Según múltiples estudios científicos, la Halitosis oral corresponde al 90% de casos.

Cuando la halitosis se origina fuera de la cavidad oral, se denomina Halitosis extraoral. Se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales. Y ésta corresponde al 10% de los casos.

La producción de sustancias malolientes, los más frecuentes los Compuestos Volátiles de Sulfuro (CVS), se asocia a los productos resultantes de la degradación del metabolismo de las bacterias, generalmente las bacterias anaerobias Gram-negativas, que se localizan principalmente en la zona posterior del dorso de la lengua y en otras localizaciones como bolsas periodontales.

Las causas de la Halitosis oral pueden ser patológicas y no patológicas.

Las no patológicas serían:

  • Aliento matutino: durante el sueño el flujo de la saliva disminuye, ello facilita el crecimiento incontrolado de bacterias productoras de gases malolientes.
  • Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. Es probable que los ancianos sufran cambios regresivos en las glándulas salivales y afecten a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con una buena higiene bucal.
  • Prótesis dentarias: las dentaduras postizas y puentes pueden acumular restos de comida. Si se dejan toda la noche se produce un desagradable y característico olor.
  • Fármacos: existen medicamentos que producen xerostomía (boca seca), como los anticolinérgicos, antidepresivos, etc. La saliva favorece la limpieza de cavidad oral y reduce el mal olor.
  • Tabaco: fumar crea un aliento característico que puede durar algunos días más, incluso después de haber dejado de fumar.
  • Periodos de ayuno: saltarse las comidas y llevar una dieta hipocalórica puede favorecer el mal aliento.
  • Dieta: después de la ingesta de algunos alimentos (cebolla, ajo) o el consumo de alcohol, ciertos metabolitos pueden absorberse a nivel gastrointestinal, pasan a la circulación, se metabolizan en la mucosa e hígado y son expulsados por los pulmones.

Las causas patológicas:

  • Enfermedad periodontal, caries.
  • Higiene oral deficiente, la falta de eliminación de biofilm oral (placa bacteriana), provoca el crecimiento bacteriano. Los lugares donde se suelen acumular las bacterias son la lengua, espacios interproximales, área subgingival, abscesos. La lengua es la localización de mayor predominio de las bacterias anaerobias en la boca.
  • Causas ulcerativas: úlceras traumáticas, infecciosas, estomatitis.
  • Faringe: infecciones víricas, bacterianas o fúngicas.
  • Necrosis por radioterapia y quimioterapia en pacientes con neoplasias.

Las causas de la Halitosis extraoral podrían ser: nasales (sinusitis), enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, enfermedades sistémicas (diabetes mellitus mal controlada, infección renal, disfunción hepática, Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, etc.).


Fuente: Dentaid

El síndrome del diente fisurado

Diente fisurado

El síndrome del diente fisurado es una patología poco frecuente. Este síndrome no afecta a demasiados pacientes y en general es de difícil detección y diagnóstico, aunque afecta con más frecuencia a los pacientes adultos. Consiste en el desarrollo de una fisura de un tamaño tan reducido que resulta complicada de identificar y tratar.

También conocido como síndrome del diente agrietado, la fisura se localiza normalmente en los molares. Aunque es difícil detectarla, esta fisura suele provocar una sensación de sensibilidad dental en los dientes ante estímulos concretos, como las bebidas muy frías y muy calientes.

El tamaño reducido de la fisura no provoca que el diente llegue a fracturarse, pero puede ser muy molesta para el paciente. De hecho la mayoría de piezas con el síndrome del diente fisurado son piezas sanas. Pero es muy importante detectar su presencia, ya que a la larga pueden conllevar algunas complicaciones a nivel bucodental. En este sentido es importante localizar la fisura, para evitar tratamientos más genéricos como los que corresponden a la caries dental.

¿Cómo prevenir el síndrome del diente fisurado?

Aunque se trata de una patología difícil de detectar, un diagnóstico a tiempo es muy importante para evitar la evolución de este síndrome. De lo contrario, este síndrome puede provocar la fractura de la pieza dental. En caso de notar alguno de los síntomas no dudes en acudir a tu odontólogo de confianza para examinar la boca mediante una radiografía dental.

Un factor de riesgo clave para el desarrollo de este síndrome es el hábito de apretar y rechinar los dientes. Este hábito, conocido como bruxismo, puede tener otras consecuencias a nivel muscular. La mayoría de casos de bruxismo son inconscientes y se deben en gran parte al estrés.

Su dificultad para establecer un diagnóstico provoca que uno de los tratamientos más frecuentes sea la extracción del diente, aunque esto sólo se realiza en casos graves. Hay alternativas a la extracción, como el uso de coronas. Todo depende de la fase en la que se encuentre esta patología.

Los dientes tienen una estructura fuerte, aunque se pueden debilitar con el paso del tiempo. Por ello es importante mantener una buena salud bucodental para prevenir esta patología, así como otras complicaciones que pueden afectar nuestra sonrisa.


Fuente: Propdental

 

¿Se debe extraer los dientes de leche antes que se caigan?

Dientes de leche

¿Por qué dentistas estadounidenses están recomendando extraer los dientes de leche antes de que se caigan?

Contienen células madre que pueden ser muy útiles en el futuro, siempre que las piezas dentales se conserven de forma adecuada. El Ratoncito Pérez podría quedarse en el paro

Con la caída del primer diente de leche, es tradición para muchos niños recibir la visita del Ratoncito Pérez. Mientras ellos lucen el regalo y la sonrisa desdentada, los padres suelen guardar estos dientes como recuerdo de la infancia. Sin embargo, estas piezas pueden ser algo más: múltiples estudios afirman que en el interior de los dientes de leche se hallan células madre —con la capacidad de dividirse y convertirse en células especializadas para formar tejidos en diferentes partes del cuerpo— que podrían resultar útiles para una futura terapia celular y medicinal.

El doctor Songtao Shi, investigador del National Institute of Health (NIH, EE UU), publicó en 2003 un estudio confirmando la existencia de estas células en el interior (concretamente en un tejido llamado pulpa dental, recubierto por la dentina) de los dientes de leche. Con el tiempo, otras investigaciones han corroborado este descubrimiento, así como su capacidad para regenerar los tejidos de diversas partes del cuerpo como los propios dientes, los huesos, e incluso, recientemente, algunos trabajos apuntan que podrían transformarse en células cerebrales.

Eso sí, para que la pieza sea una fuente óptima de células madre, tiene que ser extraída por un dentista, ya que, «los dientes que contienen la mayor cantidad y calidad son los que mantienen un suministro de sangre hasta que son extirpados y procesados», según la compañía estadounidense de preservación de células madre National Dental Pulp Laboratory.

“La pulpa dental contiene células con un importante potencial de proliferación y de diferenciación, fundamentalmente en tejidos como hueso, cartílago y grasa”, explica Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular en la Clínica Universitaria de Navarra. Paola Beltri, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría añade: “Con técnicas específicas pueden ser inducidas para formar nuevas células de cualquier tejido de los que tienen su mismo origen: corazón, hueso, músculo…”.

Tomás Abad Garrido, director general de Dencells Biomedical Institute, banco de pulpa dental y células madre dentales, asegura que, aunque ahora se están probando solo en estudios clínicos, las posibilidades de estos tejidos irá en aumento en los próximos años: “Existen muchos estudios y tratamientos en fase preclínica y clínica con éxitos en tratamientos de artrosis, ceguera, lupus, cardiología, diabetes, regeneración de piel, regeneración de hueso, dientes y tejidos periodontales”. Entre esos estudios, uno publicado por la Unidad de Cardiorregeneración, del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, en el que se detalla el uso de este tipo de tejidos en ratas para regenerar los daños provocados tras un infarto de miocardio. El futuro es esperanzador.

No se guardan en una caja

Para Abaud Garrido, es necesario saber que la conservación del diente forma parte crucial del proceso. Extraer células madre dentales es una opción que los padres deben plantearse con unos días de antelación y no cuando se caigan. Su recomendación es ponerse en contacto con el banco de células madre previamente. Estos les harán llegar un Biokit con todo lo necesario para introducir el diente —eso sí, inmediatamente después de que se caiga o extraiga— conservarlo y transportarlo en las condiciones adecuadas al laboratorio, donde las células se cultivarán y conservarán hasta que la persona las necesite para una terapia.

Pero no son solo los dientes de leche los candidatos a ser fuente de este tipo de células. También las muelas del juicio contienen en su pulpa una cantidad considerable, que han demostrado, entre otros beneficios, capacidad para regenerar las córneas dañadas.


Fuente: El País

La odontología robótica

Robótica 1

Mediante la tecnología CAD CAM podemos fabricar coronas, prótesis fijas en materiales estéticos sin metal. Esta tecnología consta de tres procesos: primero un proceso de escaneo del diente preparado ya sea por medio de un láser o por medio de contacto físico, segundo un diseño de la restauración por medio de un software 3D Cerec, y tercero un fresado robotizado de la restauración. Todo este proceso al ser realizado de manera computarizada es un proceso altamente preciso, estandarizado y muy rápido. Mediante esta tecnología es posible realizar coronas de un día para otro estandarizadamente.

Entre las indicaciones de esta tecnología en odontología están la fabricación de coronas, prótesis, carillas o láminas e incrustaciones. Estas restauraciones pueden realizarse en porcelana o cerámica sin metal y con las últimas versiones pueden realizarse prótesis hasta de 6 dientes unidos. Otra indicación es la de fabricar estructuras altamente precisas para los pacientes que han sido rehabilitados con implantes.

Para lograr el diseño de sonrisa ideal, con CEREC y otros sistemas, se hace necesario que tanto el odontólogo como el técnico dental trabajen de la mano con un conocimiento profundo sobre el manejo de los sistemas maquinados ordenados por computador, como el CEREC de Sirona y entrar así a manejar la practica de la odontología robótica.

El ultimo avance de la tecnología CAD CAM es el diseño de guías quirúrgicas para la colocación de implantes, estas guías son fabricadas de manera robotizada lo que garantiza máxima precisión y lo que genera una cirugía altamente precisa y sin trauma para el paciente.

El recubrimiento cerámico usado sobre las estructuras producidas por el sistema CAD/CAM CEREC se logra con la cerámica dental VITA VM7 o VITA VM9 de la casa VITA (Alemania), logrando el equilibrio esperado en su desgaste con el diente natural, siendo así la cerámica dental mas avanzada de estructura fina con la gama de color del sistema de guías de color 3D-MASTER, única en su genero, con un estudio de mas de 15 años en 5 mil personas de diferentes razas de todo el mundo.

Las carillas estéticas, coronas y prótesis fabricadas con esta tecnología son sinónimo de calidad y efectividad, puesto que se convierten en estructuras perfectamente elaboradas para la dentadura humana y de una naturalidad única. Por esta razón todo paciente tratado con este sistema puede confiar en el respaldo y la garantía que le brinda la experiencia y la tecnología del CEREC.


Fuente: radio diagnostico digital oral

Cuida tus dientes en verano

verano

Sííí!!! Parecía que no llegaba nunca pero es Verano por fin!

Vacaciones, descanso, sol… nos relajamos del estrés acumulado durante todo el año! Sin embargo, no dejes que el relax del verano afecte a tus dientes. Unos pequeños cuidados y atención a los que ingieres estos días te ayudarán a que ellos también se sientan de vacaciones!

1. Agua; Imprescindible para controlar y garantizar la hidratación de mucosas y encías.

2. Fruta; Variada, fresca y apetecible en las estaciones de calor. Melón y sandía, tan ricos en agua, vitaminas A y C y minerales como el potasio y además el melón, rico en vitamina B y ácido fólico, que previene úlceras bucales.

3. Ensaladas variadas, cremas frías y gazpachos o salmorejos nos ayudan a cuidar de nuestra salud bucodental, llenándonos de vitaminas y ayudándonos a conservar la línea es nuestra “Operación Bikini”! El tomate, rico en licopeno, ayuda a la prevención de diversos tipos de cáncer, como el bucal. Completa tus ensaladas con queso o salsas de yogur; Los lácteos siempre son fuente de calcio y vitaminas A y B.

4. Pescados y mariscos, como las sardinas, por ejemplo, son ricos en ácidos grasos Omega 3 y flúor, ayudando a controlar las inflamaciones gingivales y previniendo la aparición de caries.

5. Mucha atención y cuidado con los refrescos azucarados, helados, granizados y combinados con alcohol, que favorecen la aparición de caries, la erosión, los cambios de coloración en los dientes y la inflamación.

6. Con más razón en esta época, hacemos especial hincapie en extremar la higiene bucal con cepillados después de postres y helados azucarados y tratar de evitar los cambios bruscos de temperatura que favorecen la hipersensibilidad dental. A la hora de beber, las pajitas son grandes aliados para proteger nuestro esmalte dental del frío, azúcares y ácidos de los refrescos.


Fuente: Clínica Wi

 

¿Cómo prevenir la Boca de Biberón? (Caries de edad temprana)

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Una forma severa de caries que presentan los infantes y niños pequeños, es aquella causada por el uso frecuente del biberón. La exposición contínua y frecuente a leche (incluyendo la leche materna), jugos u otros líquidos endulzados incluyendo el té, ocasiona un deterioro rápido y severo de los dientes del bebé o niños pequeños. Los azúcares en estos líquidos son usados como fuente de energía por las bacterias que se encuentran en la placa bacteriana. Las bacterias a su vez, producen ácidos que atacan el esmalte de los dientes. Cada vez que su hijo/a toma un líquido que contiene azúcares, los ácidos atacan sus dientes por lo menos durante 20 minutos. Después de varios de esos ataques, puede que aparezca la caries dental. Todos los tipos de azúcares, incluyendo aquellos encontrados en la leche, fórmula, jugos de fruta y líquidos azucarados, pueden causar que las bacterias de la placa bacteriana produzcan ácidos. Sin embargo, no es sólo lo que usted pone en el biberón de su bebé lo que causa la boca de biberón, sino cuán a menudo y por cuánto tiempo los dientes del niño están expuestos a ácidos causantes de deterioro. Es por eso que ofrecerle a su niño un biberón que contenga esos líquidos varias veces al día como calmante, no es una buena idea. Es por eso que permitir que su niño se duerma con un biberón durante la siesta o de noche, puede causar gran daño a los dientes del niño. Durante el sueño, el flujo de saliva disminuye, permitiendo que los líquidos del biberón se acumulen alrededor de los dientes del niño por largos periodos de tiempo.

¿Cómo prevenir la boca de biberón?

Algunas veces, los padres no se dan cuenta que los dientes de un bebé son susceptibles al deterioro tan pronto como aparecen en la boca. Cuando se nota el deterioro, puede que sea muy tarde para salvar los dientes del niño.

  • Después de cada comida limpie los dientes y encías del niño con un trapo húmedo o una gasa para quitar la placa bacteriana. Continúe esta práctica hasta que la mayoría de los dientes de leche hayan erupcionado. Entonces, comience a cepillar y a usar el hilo dental.
  • Nunca deje que su hijo/a se duerma con un biberón que contenga leche, fórmula, jugos de fruta o líquidos azucarados, incluyendo el té.
  • Si su niño necesita un calmante entre comidas, en la noche o durante las siestas, llene un biberón con agua simple o bien déle un chupón limpio recomendado por su dentista o pediatra. Nunca le dé un chupón con miel.
  • Evite llenar el biberón de su niño con líquidos tales como agua con azúcar, gelatina dulce o refrescos.
  • Asegúrese de que su niño tome el fluoruro necesario para tener dientes resistentes al deterioro. Si el agua de su comunidad no contiene la cantidad apropiada de fluoruro, pregúntele a su odontopediatra en qué forma su niño debería recibir el fluoruro.
  • Empiece las visitas al odontopediatra al año de edad y continúelas regularmente cada 6 meses.

    Fuente: Dentists4kids

¿Qué pasta de dientes debes usar?

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Muchas veces los pacientes nos plantean esta pregunta, ya que con la amplia oferta de pastas de dientes existentes en el mercado, a veces es difícil saber cuál es la que debemos emplear.

Como norma general actualmente todas las pastas de dientes contienen la cantidad adecuada de flúor, componente muy eficaz en la prevención de la caries dental y protección del esmalte ante el ataque bacteriano. Los niños menores de 2 años deben utilizar una pasta de dientes con un menor nivel de flúor (500 ppm), mientras que entre los 2 y 6 años ya pueden emplear una pasta dental que contenga entre 1000-1450 ppm. A partir de los 6 años la cantidad de flúor ya se recomienda la misma cantidad de flúor que en los adultos (1450 ppm).

Existen pastas de dientes con componentes específicos para tratar patologías puntuales. La hipersensibilidad dentinaria se trata con pastas con alto contenido en fluoruro sódico y nitrato potásico. Otras pastas son específicas para tratar problemas de sangrado de las encías (gingivitis) y llevan en su composición triclosán, citrato de cinc, lactato de cinc, vitaminas y otros agentes antiplaca…

La clorhexidina también se incorpora en algunas pastas de dientes con el fin de actuar sobre la placa bacteriana o biofilm, ya que es un antimicrobiano muy potente. Debe utilizarse sólo bajo prescripción del dentista con tratamiento de un problema determinado, no se debe emplear como pasta de dientes habitual en pacientes que no la necesiten.

Las pastas de dientes blanqueadoras llevan incorporados agentes blanqueadores como el peróxido de carbamida y el bicarbonato sódico. Se emplean para mantener y prolongar el efecto blanqueador y prevenir la aparición de tinciones. Su eficacia es máxima si se emplean después de haber realizado un tratamiento de blanqueamiento dental profesional, para mantener y alargar los efectos del mismo, no siendo pastas que vayan a blanquear los dientes en exceso sólo por sí mismas.

Existen muchas pastas de dientes diferentes, unas con indicaciones particulares y otras que son las que debe usar la gente que no tiene ninguna patología ni problema dental especial. Hay un amplio abanico de sabores, texturas, consistencias y colores en las que al final cada usuario puede encontrar : desde pastas de dientes con sabor a chocolate, con sabores a frutas no habituales (albaricoque, melocotón), a pastas de canela, hinojo … y hasta con sabor a curry!!!!!

También se está investigando la pasta de dientes que cambia de color en función de la meteorología, aunque la palma se la lleva una compañía japonesa que comercializa sets de pastas de dientes de diferentes sabores, uno para cada día de la semana, o del mes!!!!

Lo importante es utilizarla como ayuda para la prevención y tratamiento de los problemas bucodentales. Hay un amplio abanico donde poder elegir!!!!!!


 

Cómo superar el miedo al dentista

miedo

El miedo al dentista es un hecho más común de lo que parece. No son pocas las personas que llevan años sin pisar la consulta del odontólogo, pues solo pensarlo les genera ansiedad. Es un círculo vicioso en el que la ilusión del tratamiento dental lleva a un deterioro de la salud dental, con pérdida de dientes, y éste a un sentimiento de culpa y más ansiedad que refuerza, muchas veces por vergüenza, la actitud de evitar ir al dentista.

Pero, ¿qué es lo que genera ese miedo al dentista? En muchos casos es el dolor  -reforzado por malas experiencias anteriores, especialmente de niños-; o los pinchazos de la anestesia; en otros el hecho de la postura incómoda, mantener la boca abierta y que se le introduzcan en ella muchos aparatos; también la incertidumbre ante lo que le van a hacer; y, por qué no decirlo, el coste económico que pueda suponer.

Los odontólogos son muy conscientes del miedo que sienten sus pacientes cuando van a la consulta y se forman para enfrentarlo. Pero, ¿qué pueden hacer los propios pacientes para evitarlo?. Los expertos hacen algunas recomendaciones en este sentido:

Antes de ir

  • Identificar la razón del miedo: es importante reflexionar sobre las causas del propio miedo al dentista y analizarlas con tranquilidad.
  • Información: muchas veces, el ir a una clínica dental y solicitar información puede ayudar a resolver dudas. También permite conocer el lugar al que se puede ir y ver cómo los pacientes que salen del consultorio lo hacen con tranquilidad.
  • Buscar un dentista o una clínica de confianza: se puede preguntar a amigos y familiares que visiten habitualmente al odontólogo, para que te recomienden uno y te cuenten su experiencia. Incluso se puede visitar la clínica antes de pedir la cita para ver si te inspira confianza. Se puede hablar con la recepcionista, pedir información e incluso que recomiende a uno de los profesionales de la clínica, explicándole que sientes miedo al dentista.
  • Pedir hora: cuanto antes sea la hora de la cita, menos oportunidades habrá de echarse atrás.
  • Prepararse mentalmente: una vez tomada la decisión, hay que evitar cualquier foco de ansiedad o estrés. Lo mejor es salir, dar un paseo, hablar con amigos…
  • Pedir a un amigo o familiar que te acompañe: el ir acompañado refuerza la decisión de ir al dentista y facilita la distracción durante la espera.
  • La primera visita: la primera consulta del odontólogo suele ser una revisión de la que saldrá un plan de tratamiento, por lo que no habrá ni pinchazos, ni actos dolorosos. Sin embargo, antes de ir conviene definir todo lo que se desea preguntar teniendo en cuenta los propios miedos.

En la consulta

  • Decirlo al llegar a la consulta: no hay que sentir vergüenza por sentir miedo al dentista. Muy al contrario. En algunas clínicas hay odontólogos especializados en pacientes con miedo.
  • Mientras se espera: lo mejor es abstraerse. Si se va acompañado la conversación permitirá distraerse y no pensar en lo que está por venir. Si se va solo, lo mejor es tratar de distraerse leyendo, escuchando música, haciendo crucigramas…
  • Hablar con el dentista: es importante hablar con el odontólogo, pues es el más interesado en que los pacientes superen el miedo. Él sabe cómo tranquilizarlos. Por ejemplo, se puede pactar una señal cuando se necesite una pausa durante el tratamiento, o pedirle que le explique cada paso de lo que hace.
  • Antes de salir, más información: como ya se ha indicado, la primera consulta suele ser una revisión en profundidad en la que el odontólogo identifica los problemas que hay que corregir y define un plan de tratamiento del que le informará detalladamente. Es el momento de renovar todas las preguntas sobre los procedimientos que se deben realizar. Si el miedo es al dolor, hay que preguntar por la sedación. Si el miedo es al coste económico, habrá que preguntar por posibles ofertas, formas de pago, etc. Es importante salir de la consulta con todas las dudas resueltas.

Es normal que el miedo al dentista perdure después de la primera consulta, especialmente si se tiene en cuenta el plan de tratamiento (curetaje, extracciones, ortodoncia, etc.) que exigirá sucesivas visitas, atendiendo a un orden de prioridades. A partir de ahora la información es importante. Pero con una perspectiva diferente. Más que cómo se hace, si puede doler o no, hay que procurar pensar en el beneficio que se va a obtener del tratamiento: una buena salud bucodental, menos problemas a medio y largo plazo, incluso menos visitas al dentista, salvo las señaladas para revisiones y limpieza dental.

Esperamos haberte ayudado con estos consejos, ir al dentista no tiene porque ser una experiencia desagradable, visítanos y verás que cambiaras de opinión. En LianDent no solo nos esforzamos por solucionar tus problemas dentales sino también para que tengas la mejor experiencia de tu vida yendo al dentista. En LianDent tu sonrisa es la garantía de nuestra labor.